Siguiendo las entradas anteriores y habiendo hablado de la exclusión social y los aspectos económicos, en los siguientes comentarios nos centraremos más en algunos colectivos en concreto. Empezaremos por un colectivo que aumenta cada día: el colectivo de mujeres maltratadas en relación con el aspecto económico, porque creemos que ambas cosas están estrechamente ligadas.
Cuando una mujer convive durante tiempo con una pareja que continuamente le está diciendo frases del tipo: "no vales para nada, ni siquiera para trabajar", "tú sin mi no eres nadie", "eres una inútil", etc., estos juicios se convierten en creencias para ellas, de manera que consideran que es verdad y que no pueden tomar ninguna acción contra él. El maltratador incapacita a la víctima psicológicamente haciéndola creer que no podrá ser capaz de trabajar, ni ganarse un sustento por su cuenta si lo abandona.
Esto hace que, en muchas ocasiones, estas mujeres se mantengan unidas en matrimonio, más que por una buena relación, por una dependencia económica.
Cuando la mujer maltratada decide poner fin a su relación, existen a su disposición centros de estancias breves, residencias temporales que funcionan con carácter de urgencia y pisos de acogida que dan alojamiento y manutención donde se las ayuda a la adaptación de una vida normalizada por sí mismas.
Si al finalizar la estancia en estos pisos, la mujer no ha conseguido un empleo y no posee recursos, puede solicitar diferentes ayudas como la RMI ( en el caso de Madrid), o una ayuda económica equivalente a seis meses de subsidio por desempleo (extensible a 24 meses si hay familiares a su cargo.)
ALBA MALLERO SANTAELLA
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